Uno de los dispositivos que más curiosidad despertó en la pasada keynote de Apple del 12 de septiembre, fue sin duda el Apple Watch Serie 4. Características como el detector de caídas, y sobre todo el monitor de electrocardiogramas, han dado bastante de qué hablar. Novedoso, fácil de entender y con una precisión de 98%.
Pero no todo son buenas noticias. Un dispositivo como este, al menos en los Estados Unidos, necesita aprobación de la FDA (Agencia de Alimentos y Medicinas). Apple, como es de esperar, obtuvo la aprobación… pero solamente en su país.
Cada país donde la función ECG del Apple Watch se utilice, debe aprobar su uso. Con sus propios protocolos y sus propios tiempos. En el Reino Unido, por ejemplo, la solicitud de aprobación debe estar acompañada por una serie de informes médicos que certifiquen la precisión del dispositivo.
La situación sin duda, pinta algo decepcionante. No es agradable comprar un dispositivo con una característica tan avanzada, para encontrarte que, sencillamente, las regulaciones médicas de tu país no te permiten usarlo.
Ahora bien, no es cuestión de eliminar las regulaciones, que al fin y al cabo están para proteger a los usuarios, sino de que Apple lleve a cabo las gestiones pertinentes para que el Apple Watch tenga luz verde en el resto del mundo.
Fuente | 9 to 5 Mac
