Esto es lo que necesitaba el mundo de simracing, MOZA R5, un Direct Drive que en su bundle es muy completo. Con un torque de 5,5 Nm rompe el mercado por debajo de los 10 Nm haciendo más accesible el mundo de la simulación y lo mejor, podréis usar vuestro escritorio.
Diseño
Su embalaje en colores blanco y azul incluye todo lo que necesitas en una caja. Dentro encontraremos la base, volante, pedalera, transformador, manuales, soporte para mesa, así como tornillería y herramientas de montaje.
Volante
Lo primero que nos encontramos es el volante ES Wheel, con aro en forma D con un diámetro de 280 mm diseñado casi al completo en color negro. Solo unos detalles como la serigrafía y algunos trazos decorativos en color blanco le dan más color.
El aro del volante está completamente forrada en cuero sintético, un tacto agradable con el que poder usarlo sin guantes. En el centro tenemos una placa de aluminio en negro cepillado y justo en el centro el logo de la casa. Justo en la zona superior de este mismo tenemos una barra LED de revoluciones, con buen efecto difuminado y personalizable.
Podremos encontrar la clásica cruceta D-pad, podremos encontrar hasta 18 botones configurables desde su aplicación. Todos con un tacto realmente bueno en la pulsación, bastante silenciosos, demostrando que dispone de un mecanismo de accionamiento realmente bueno, algo difícil de ver.
Justo detrás del aro tenemos las levas, en este caso dos, también configurables, aunque su uso natural es el accionamiento del cambio de marchas. En este caso su clicky no es tan gustoso como el de los botones, siendo bastante audible aunque a un nivel inferior que el T248.
Su conector rápido es realmente excelente, sin holguras, con una facilidad extrema para acoplarlo, así como al contrario. Tenemos todos los pines de conexión en el propio volante, siendo todo muy seguro e imposibles de doblar.
Base R5
Es impresionante ver como en un dispositivo tan reducido podemos obtener hasta 5,5 Nm. Hablamos de unas dimensiones de 174 x 157 x 124 mm y un peso de 3,45 kilogramos. Totalmente diseñada en negro, casi su totalidad está fabricada en aluminio, mientras que la tapa trasera es de plástico de buena calidad. Tenemos para darle color el logotipo de la casa en color blanco repartido en varias zonas.
En la zona inferior tenemos los anclajes para el soporte de mesa, tenemos toda la tornillería en las bolsas. Además, sus muescas sirven también para ser acoplado en cockpits. En la zona posterior tenemos todos los puertos de conexión para el transformador, USB B y puertos periféricos, incluso para su HUB.
Dentro tenemos el motor Direct Drive con capacidad hasta 5,5 Nm, todo bajo control de un codificador de 15 bits, así como sensores de temperatura. Algo que puede preocupar debido a su corta distancia entre ejes, pero es realmente fresco el sistema de MOZA.
Pedalera SR-P Lite
En el bundle del MOZA R5 viene incluida una pedalera con freno y acelerador, con lo que el tercer pedal es un extra, así como el kit performance para el freno.
Tanto el reposapiés como el brazo del pedal están fabricados en aluminio negro, con un diseño muy al orden del día, muy top. Los 3 pedales en sí y su mecanismo son idénticos, con un sensor HAL que ofrece una mayor longevidad, por lo que las sensaciones del freno son inexistentes, siendo lineal como el embrague y acelerador.
Cada pedal tiene incorporado una resistencia, aunque el freno incorpora también una bobina que otorga algo más de dureza. Para ello es recomendable usar el addon del kit performance, lo que otorga una sensación más realista del freno.
Podremos variar la distancia entre cada pedal gracias a su sistema sencillo de anclaje. Además, en la parte inferior dispone de patas antideslizantes, aunque debido a las resistencias poca utilidad tendrán, siendo recomendable, algún tipo de anclaje o cockpit.
Experiencia de uso
Hemos dividido las pruebas de uso del MOZA R5 en dos aspectos, la primera para comprobar la fuerza que transmite el volante y la segunda las sensaciones de las mismas y su Forcefeedback que podemos contaros.
Pruebas Torque
Estas pruebas nos sirven para determinar la capacidad en Nm que ejerce la base. En las gráficas podéis apreciar como nuestro tester envía una petición de ejecución de fuerza al driver de MOZA y la respuesta física de este. El máximo obtenido en las pruebas es de prácticamente 5 Nm, algo lógico, pues se reserva un porcentaje de su fuerza para situaciones concretas, evitando una linealidad en las sensaciones que transmite la base.
He de decir que observo en todos los resultados un salto muy exagerado de fuerza. A partir del cual por más peticiones distintas que haga el tester devuelve prácticamente la misma fuerza. Para que me entendáis a partir de cierto punto daría igual la fuerza que debiese ejercer. El volante teóricamente desde el juego, porque la base la reproducirá igual tanto si es mayor como si es de un nivel medio. Esto lo que lleva es a una imprecisión a la hora de las sensaciones que nos transmite la base.
Su progresión es casi lineal, quizás con una ligera curva casi inapreciable llegando casi a los 5 Nm, como hemos comentado, la propia base dispone de un margen. Si lo comparamos con el T818 que analizamos recientemente en su modo de máxima fuerza, podemos comprobar como de diferente se aplican las fuerzas, siendo más correcta obviamente la de MOZA. Otro detalle que nos percatamos es que la base puede seguir desarrollando más fuerza si le es demandada, marcando picos de hasta 7 Nm, algo impresionante.
Pruebas en juegos
Es hora de que seamos nosotros quienes comprobemos las sensaciones que transmite este MOZA R5. Obviamente, después de probar gamas superiores como fue con Fanatec o el T818 esta base de 5,5 Nm se antoja más tranquila debido a su menor fuerza.
De hecho, es real, la tremenda fuerza que transmiten los modelos de gama superior solo es más apreciable cuando las fuerzas actúan, como al perder el control o el vehículo lucha en contra de la dirección que tomas. El resto de sensaciones como son salir fuera del asfalto, diferencias en el mismo o irregularidades son totalmente perceptibles o casi idénticas. Así mismo, cuando cambias de superficie de asfalto a tierra, como de seco a mojado lo vas a percibir plenamente, es tremendamente divertido.
El trabajo de los ingenieros es realmente mencionable, con un producto bien logrado y de un precio tan competitivo. Y no solo eso, es momento de comprobar su software.
Software
Sin lugar a duda no existe software más completo que el que tenemos en el MOZA R5, podemos personalizar todo. Desde el propio menú principal podremos acceder a cualquiera de los componentes de la marca, así como a una serie de presets de los juegos más conocidos del mundillo.
En la base tendremos infinidad de opciones, desde protección de manos, fuerza aplicada, nivel de forcefeedback, incluso podremos nivelar la representación de diferentes sensaciones.
Con el volante que nos han enviado poco podremos configurar, salvo la barra de revoluciones, su funcionamiento básicamente.
En los frenos podremos calibrar físicamente donde llegara el máximo de frenada, así como si queremos editar manualmente o con los presets su funcionamiento. Por ejemplo, podremos iniciar levemente el freno para que a mitad de progreso su subida sea aún mayor.
Veredicto
La apuesta con su MOZA R5 es rompedora, sin duda, aun siendo su gama más baja, se muestra muy superior a sus competidores. No hablamos solo en su diseño donde la calidad de fabricación es muy alta, no encontramos holguras en la conexión base con volante. La calidad de los pulsadores es muy buena, sí que es cierto que las levas tienen un sonido que podría mejorarse. Quizás su único handicap sea que aún no es compatible con consolas.
Sus dimensiones y potencia la hacen apta para usar en escritorios robustos, con lo que no es necesario invertir en un cockpit salvo por su pedalera. Tendrás que buscar la forma en la que se mantenga en la posición adecuada para tus pies. También si quieres más realismo con el freno deberías comprar su kit performance, la diferencia es abismal.
El nivel de configuración, así como de presets que incluye para la gran mayoría de juegos, donde se incluyen algunos tan novedosos como el F1 23, es impresionante. Aun así podemos configurarlos a nuestro antojo o crear nuestros propios presets, modificando cualquier curva de funcionamiento tanto en frenos como en el forcefeedback. Así además, la velocidad de actualizaciones de firmware y software es apabullante. Otro detalle que me he fijado es que el propio volante viniese preparado para ser usado en XBOX, quizás pronto veamos compatibilidad nativa.
Con un precio por debajo de los 500 euros como recomendado, siendo una base Direct Drive es la mejor inversión que podrás hacer en varios casos. Si vienes de sistemas de correas, tienes poco espacio para un cockpit y quieres una alta inmersión, así como personalización, con acabados y calidad de primera.