El boom de los monitores OLED ya esta aquí y Corsair con su XENEON Flex llega con más que un simple panel, con frecuencias de 240 Hz y la capacidad de curvarse. Un monitor polivalente en juegos deportivos por la misma característica que puede dejar buen sabor de boca.
Características y Diseño
| Panel Samsung Odyssey G8 | OLED (10 bits) |
| Resolución | 3440×1440 (84 ppi) |
| Color | 100% sRGB / 98,5% DCI-P3 |
| Brillo | 1000 cd/m2 |
| Contraste | 1350000:1 |
| Frecuencia | 240 Hz |
| HDR | HDR 10 |
| Tiempo de respuesta | 0,03 ms GTG |
| Extras | Gsync compatible AMD Freesync Curvatura ajustable 800R |
Unboxing y montaje
El embalaje del Corsair XENEON Flex es bastante sencillo, una caja de color marrón de cartón, certificaciones y algunos detalles. Pero lo de menos es el embalaje, lo importante es el interior. Abierta la caja tenemos una capa de poliespan con departamentos para manuales, cables, transformador y la peana ya instalada, de hecho solo nos falta la base.
El cable incluido es un DisplayPort 1.4 que para empezar no está mal y un HDMI 2.1. Ambos cables son perfectos para la resolución, frecuencia y profundidad de color, ya que tienen ancho de banda de sobra.
Diseño
Contamos con una peana en V de dos pies, metálica en negro, una mezcla de diseño gaming y base de monitor profesional. Debemos olvidarnos de los ajustes de altura y pivotaje aunque podremos realizar una leve inclinación de hasta 20 grados de la pantalla. Tampoco incluye soporte VESA por lo que solo podremos usar su peana preinstalada.
Estamos acostumbrados a tener detalles de iluminación en la parte trasera, tecnologías como CoreSync, algo parecido a ambilight donde sincronizar la iluminación con la imagen en pantalla. En nuestro caso carecemos de toda iluminación RGB para un monitor de estas prestaciones y gama.
El diseño del resto del monitor hace uso de plásticos en negro en su totalidad con un diseño muy delgado, salvo por el soporte que se extiende de extremo a extremo. Diseñado en aluminio, permite mantener la apertura o curvatura del monitor. Tenemos dos tiradores retráctiles a cada lado, pulsando un botón, se despliegan y podremos con algo de trabajo curvar el monitor. Los controles del monitor los encontraremos justo del mismo, en la propia peana, un lugar muy cómodo, echamos en falta un mando. Sus dimensiones alcanzan los 1065 x 600 x 320 mm con la peana y un peso aproximado de 8 Kg.
Los marcos de la estructura con respecto al panel alcanzan los 10 mm siendo muy delgados. Nos llama la atención el agarre inferior que sobresale para poder inclinar el monitor, no pudiendo esconderse como los laterales. Para acabar no cuenta con altavoces, hubiera sido un detalle.
Conectividad
Con respecto a conectividad, es un monitor bastante completo a nivel de cableado olvidándonos de la conectividad inalámbrica. Detrás tenemos un DisplayPort 1.4 así como dos HDMI 2.1 y un USB C 3.2 (DP 1.4a) para la entrada de video. Aparte tenemos también dos USB A 3.2 Gen 1, un USB C 3.2 para el HUB y el conector DC-In para el transformador.
Por delante completamos con la cruceta para el OSD, botón on/off, salida jack 3,5 y dos puertos USB A 3.2 Gen 1.
OSD y Software
El menú de configuración y sus transiciones son muy simples, aparecerá justo en la esquina inferior derecha al pulsar el centro de la cruceta y podemos hacerlo más transparente. Si por ejemplo queremos una acción rápida, solo debemos mover la cruceta en una dirección, por ejemplo, hacia arriba activa el modo rápido para cambiar el brillo.
Pantalla
El panel, lo más importante de este monitor, cuenta con un OLED (LG) de 10 bits de 45″ con resolución de 3440 x 1440p y una densidad de pixel de 84 ppi. Siendo un impresionante panel que alcanza nada menos que 240 Hz de frecuencia, contando Freesync Premium y certificación G-Sync compatible.
Su pantalla permite trabajar tanto en estado plano como hasta una curvatura de 800R, por lo que a priori es perfecta para multimedia y ofimática y también para juegos. En nuestras pruebas hemos conectado el monitor con un cable DisplayPort 1.4. Desde el panel de NVIDIA podremos configurar la máxima resolución que admite el monitor con sus 240 Hz y nada menos que 10 bits de profundidad de color.
Contamos con un brillo máximo de unos 1000 nits, presenta un alto contraste de 1350000:1 contando con certificación HDR 10. A nivel brillo mínimo estamos en 200 nits, esto es normal en paneles OLED actuales, debéis tener en cuenta que estos monitores cuentan con protección antiquemado. Eso significa que si la temperatura sube el brillo máximo desciende. Cuenta con una cobertura de 100% sRGB y 98,5% DCI-P3 valores muy altos, siendo un monitor de gama premium. Veremos que tal después con la herramienta de calibrado.
Pruebas y calibración
El XENEON Flex presenta características muy potentes para los paneles que estamos acostumbrados a usar, ya sean VA, IPS o cada vez menos TN. La primera observación que hacemos es el nivel de reflejos en el panel es alto, por lo que en habitaciones con mucha luz puede ser un fastidio según la perspectiva de visionado.
Los ángulos de visión son muy buenos, ya que podemos usarlo como plano o curvo, permitiendo una visualización del contenido multimedia con gran amplitud. Si profundizamos en la claridad del texto, vemos, como no es muy clara del todo, un defecto de los OLED, aunque a la distancia habitual de uso es menos perceptible, algo más en letras como la R o la S.
Cobertura del color y precisión
Las pruebas de cobertura del Odyssey G8 de color lo dejan bastante claro, cumple con las especificaciones sobradamente. La cobertura de color para sRGB y DCI-P3 es prácticamente la misma que en las características, 100% para el espacio sRGB y 96% para el DCI-P3. Por ello es un monitor a priori perfecto para juegos y uso profesional. Necesitamos conocer antes su Delta-E para ver si es posible usarlo en algún aspecto profesional.
Si miramos más detenidamente la precisión del color, vemos como el monitor antes de ser calibrado tiene un promedio Delta-E de 6,8. Un valor tan alto es difícilmente usable en aplicaciones de diseño o fotografía. Una vez calibrado vemos una leve mejoría en la precisión, logrando promedio Delta-E mínimo se sitúe por debajo de 2, pero el promedio sigue siendo alto, quedando totalmente descartado su uso profesional.
Ghosting
La ausencia de ghosting es total en el XENEON Flex, convirtiéndose en un auténtico espectáculo disfrutar en juegos por su tasa de refresco, tiempo de respuesta de 0,03 ms y la ausencia de Ghosting.
Bleeding
Las pruebas de bleeding con Resident Evil han dejado ver un panel que en zonas oscuras ofrece unos negros impresionantes, e imágenes de altísima calidad gracias a su HDR10. Por lo que de ver películas de noche con poca luz o juegos es perfecta. Otro aspecto que incide también en que las imágenes oscuras sean de la mejor calidad es que no precisa de local dimming, ya que los píxeles se apagan para ofrecer un negro puro.
Uniformidad del brillo + color
Las pruebas para un brillo del 100% muestran que hay una diferencia apreciable, siendo el máximo registrado de un 7%. En cuanto a las pruebas de la uniformidad de la precisión del color, las diferencias con cada zona del monitor están dentro de unos límites que podrían ser apreciables, siendo la máxima diferencia Delta-E de 7,3 sobre el valor más bajo.
Situando el brillo al 50% las diferencias con respecto a las diferentes zonas del panel disminuyen, siendo el máximo encontrado de un 6% pero mejorando el resto bastante. Con respecto a la uniformidad del color vemos como presenta ciertos desajustes, donde la máxima diferencia Delta-E es de 2,8 mejorando bastante al respecto.
Veredicto
El modelo OLED Corsair XENEON Flex de 45 pulgadas es muy llamativo en un principio, donde la idea de que se pueda curvar a priori es interesante. Comenzando por el panel, resulta plásticoso con ese tono brillante en su parte trasera, carece de iluminación, algo que cuadraría hoy día bastante con películas o juegos. La falta de compatibilidad VESA para colgar el monitor en una pared o soporte hace que el hecho de ser curvo pierda utilidad en el mundo deportivo como es el SimRacing.
Aun así, su base de la peana no ocupa demasiado, pero necesitaremos de una mesa ancha o bien colocarlo en otro tipo de mueble a cierta distancia por sus 45 pulgadas, con lo que pierde el sentido tener esa curvatura. El XENEON Flex eso si monta un panel OLED impresionante, siendo uWide alcanza 1440p, 240 Hz, 10 bit y recibe certificación HDR10, G-Sync compatible y Freesync. Por lo que estamos ante un monitor para juegos bastante completo, contando además con la ausencia de Ghostin y Bleeding.
Hecho en falta capacidad de conexión inalámbrica en un monitor de esta gama de precio, aunque viene con suficientes puertos HDMI 2.1 y Dp 1.4. El hecho de un gran número de puertos USB carece de sentido para la mayoría de usuarios, aunque son realmente cómodos de usar, mejoraría este punto si el agarre para inclinar el monitor pudiera ocultarse. Si profundizamos en ergonomía, el nivel de inclinación, giro, cabeceo es insuficiente o no existe, todo debido a su habilidad de ser curvable.
La precisión del color tiene un Delta-E bastante alto y la claridad en textos no es del agrado para trabajar, por lo que su uso profesional queda descartado. En cambio, en juegos estamos ante un monitor que en habitaciones oscuras es bastante bueno por sus características.
Con un precio en tiendas aproximado de 2400 euros es un gran desembolso para un monitor que cuenta con bastantes limitaciones. Solo el hecho de ser curvable no hace suficiente este precio donde esta tecnología va a tener que mejorar mucho.
