Por culpa de la subida de las memorias RAM y las tarjetas gráficas, cada día se hace más complicado poder hacer pc del estilo “console killer”, pero con la reciente salida al mercado de las APU de AMD de la serie Ryzen con gráfica integrada, podríamos estar un paso más cerca.
Con el presupuesto que te dejamos hoy podrás realizar tareas básicas o de ofimática y jugar a 1080p tocando un poco las características gráficas del juego . Un punto a favor de este PC es que es fácil de ampliar si quieres orientarlo más a gaming, te dejaremos unos consejos más adelante.
Configuración Ryzen de gama baja para Ofimática y gaming
Escoger los componentes de un ordenador es una tarea que desde lejos puede parecerte complicada, pero te ofrece la posibilidad de hacer algo tuyo, totalmente personalizado, y que no nos engañemos más barato que los ordenadores preconfigurados.
Procesador
Hemos escogido de base un Ryzen 2200G, una de las APUs nuevas de AMD. Como sabrás, las APU incluyen gráficos integrados mucho más potentes que los de Intel, detalle que los convierte en un producto interesante para ordenadores muy económicos.
Este procesador te ofrece soporte para resoluciones 4K (para ver vídeo), Freesync, HDR y certificados para ver en máxima calidad varios servicios de streaming. Tienen el socket AM4, con lo cual ya cuenta con una amplia gama de placas base en el mercado, pero si te montas tu el ordenador ten en cuenta que hay que actualizar la BIOS.
Placa base
Hay muchas posibilidades, nosotros al tratarse de un ordenador económico nos hemos decantado por la MSI A320M Pro-VH Plus, ya que tiene conexión HDMI y VGA aunque hay modelos que también incluyen DVI-D, y por la compatibilidad con RAM a 3200 Mhz, punto importante en procesadores de la gama Ryzen.
Hay muchos modelos que están bien, y si no te importa invertir algo más puedes irte fácilmente a una placa base con chipset B350. Asegúrate de mirar las conexiones para el monitor y comprobar la RAM soportada. Aunque sinceramente sino vas a hacer overclock al procesador no vale la pena el upgrade de placa base.
RAM
Las memorias que hemos elegido han sido unas Corsair Vengeance LPX DDR4 a 3200 Mhz CL 16 2×4 Gb. Es importante montar una RAM de alta frecuencia en los procesadores Ryzen ya que por el sistema de comunicación entre sus núcleos (Infinity fabric), rinden mucho mejor a altas frecuèncias.
8Gb de RAM serán más que suficientes para tareas básicas, quizá pensarás que incluso demasiado, pero dado que tendrás que dedeciar un poco de RAM (2GB) para los gráficos integrados, te quedarán 6Gb de RAM junto 2 de VRAM. Esto se hace desde la BIOS, entrando en ajustes avanzados y modificando el perfil UMA.
Almacenamiento
En este apartado nos decantamos por dos unidades, por un lado un SSD de 2.5” de 120 GB Kingston UV400 el cual contendrá el sistema operativo. Por otros lado el Seagate Barracuda de 3.5” y 1TB a 7200 rpm. El SSD que dará la fluidez necesaria para realizar cualquier tarea, mientras que el disco duro será más que suficiente para almacenar toda la información, juegos, vídeos, etc.
PSU
Finalmente, en el interior hemos montado uno Corsair VS450 de 450W con certificado 80 Plus la cual será más que suficiente para todo el equipo, además de contar con capacidad y conexiones si quieres ampliarlo más adelante con una tarjeta gráfica de bajo consumo.
Los puntos más importantes a cubrir con esta fuente de alimentación son contar con las conexiones necesarias, que sea de una marca confiable, la potencia requerida y, aunque menos importante, el certificado 80 Plus que da un extra de seguridad.
Torre
Hemos puesto una Mars Gaming MC6 ya que tiene un buen espacio para el flujo de aire y añade ese toque LED que seguro que te gustará sin que el precio suba en exceso. Además, tendrás la posibilidad de añadirle un segundo ventilador en la parte frontal y contarás con varios puerto USB 2.0 y 3.0, y jacks 3.5 para entrada y salida de audio.
Recomendaciones finales
¿Qué podrías mejorar sin irnos demasiado de precio? Aquí nos centraremos un poco en tus “intenciones”, con este procesador podrás jugar a 1080p con los ajustes bajo. Sus 4 núcleos y 4 hilos, no son un mala opción para añadirle una tarjeta gráfica como una GTX 1050/1050 Ti o incluso una GTX 1060. Un punto a favor de esto sería que al poder “deslocalizar” la VRAM integrada, contarías con 8Gb de RAM lo que es ideal para gaming.
Otro movimiento que podrás hacer para jugar o si prefieres un procesador mejor, sería poner un Ryzen 2400G, que le dará una mejor respuesta a la multitarea ya que cuenta con el doble de hilos, y un tiempo de vida más largo al tener un poco más de potencia bruta.
Como comentábamos es un PC de perfil bajo para ofimática o para jugar a 720p / 1080p, pero con opciones a ampliar con una tarjeta gráfica o mejorar el procesador por un Ryzen 2400G. A pesar de que esta generación no ha sido tan buena como esperábamos, pues teníamos expectativas de jugar en Full HD 60 Hz sin problemas, lo cierto es que no han dado malos resultados.
Otro factor positivo es que AMD mantendrá la arquitectura AM4 durante algunos años, con lo cual en un futuro podrás actualizar el procesador sin tener que modificar todo el equipo. Su bajo TDP y sus buenas temperaturas harán que no necesites un cooler extra al que trae de serie. Sin olvidar que la buena disposición de la caja y sus ventiladores ayudarán a mantenerlas.
No nos hemos decantado por el i3 8100 con una GTX 1030 ya que su rendimiento es similar y tiene mayor coste. La diferencia de precio es mejor invertirla en una tarjeta gráfica en este caso, además que las arquitecturas de Intel lo más probable es que no te permitan actualizar solo el procesador en un futuro. El precio final en Coolmod asciende a 464€. Un ordenador interesante que te servirá de punto de partida y fácilmente ampliable en un futuro.
¡Esperamos que os haya gustado! Por cualquier duda o aclaración déjanos un comentario.
