Utilizamos pantallas LED para todo hoy en día. Crear televisores, smartphones, tablets, ordenadores, paneles publicitarios… Pasamos del papel, a los paneles interactivos que podremos utilizar para todo lo que queramos, y si no me crees, entonces apenas ve a algún centro comercial y empezarás a ver pantallas gráficas dentro de algunas tiendas.
Para los que no lo saben, una pantalla LED es básicamente un panel conformado por pequeños LEDs, diodos emisores de luz que cambian de color dependiendo de lo que queramos mostrar. Lo bueno de estos pequeños diodos es que no suelen consumir mucha energía y su durabilidad es excepcional, por lo que suelen ser utilizados en equipos que no se reemplacen con mucha frecuencia, como luces de semáforos y hasta pantallas para anuncios publicitarios.
Ahora bien, lo que es importante recalcar es que muchas veces se utiliza la iluminación LED como luz de fondo – como es el caso de los televisores LCD. Para eso se utilizan más los OLED, que a su vez significa Diodo Orgánico de Emisión de Luz. Parece lo mismo, pero no lo es, una vez que los OLED pueden ser tan pequeños, que son utilizados como pixeles individuales en una pantalla.
Eso no quiere decir que no puedas usar pantallas LED de interior para mostrar imágenes. Lo puedes hacer, pero debes tener en cuenta que, de cerca, necesitarás una mejor definición, mientras que si el objetivo es verla desde lejos, la distancia entre los LED podrá ser mayor.
Mini-LED, el principal rival de las pantallas OLED
Verás, el principal problema de las pantallas OLED es su precio. Es por eso que no solemos ver smartphones de gama media con paneles OLED, sino más bien IPS. Sin embargo, existen otros problemas relacionados con la iluminación LED tradicional, más precisamente las zonas de iluminación que no llegan a ser tan precisas como nos gustaría.
Mientras esperamos que lleguen las pantallas Micro-LED, que trabajan de una forma similar a las OLED pero consiguen ser más brillantes, pues nos tendremos que quedar con los Mini-LED, que ya podemos ver en algunos televisores, como la TCL 65Q825.
La principal diferencia entre Mini-LED y la iluminación LED tradicional reside en su gran número y tamaño, lo que permite conseguir mejor contraste, iluminación y negros más profundos. Solo para que te hagas una idea, mientras que algunos televisores de gama media que utilizan LED tienen hasta 400 zonas de iluminación, el televisor de TCL cuenta con 1000 zonas, cada una compuesta por muchos LED aún más pequeños.
Lo más importante de todo esto es que la tecnología LED sigue avanzando y mejorando la calidad de los productos que son más baratos que los que tienen paneles OLED. El contraste de las pantallas OLED sigue siendo la mejor, pero más marcas y consumidores pensarán si realmente vale la pena la diferencia de precio.
El número de productos con Mini-LED es bastante reducido en la actualidad, pero puedes esperar que hasta finales de este año y el que viene, esto cambie, especialmente en el mercado de los televisores.
