Seguro que desde el inicio de la pandemia has escuchado hablar de semiconductores, ya que fue gracias a su escasez que no se pudieron fabricar consolas de videojuego, tarjetas gráficas, y los chips necesarios para la fabricación de algunos automóviles. La demanda de estos productos también creció debido al incremento de dispositivos IoT.
Es por eso por lo que cada vez más países desean montar sus propias fábricas de transistores o semiconductores discretos como pares Darlington, entre otros. La industria de los semiconductores ha crecido tanto que algunos la comparan con la industria petrolera.
Dependencia de Semiconductores
La palabra dependencia es quizás un poco fuerte, pero es la adecuada al hablar de este tema. Gran parte de los chips utilizados hasta ahora, anteriormente provenían de China. Pero con el incremento de la demanda, muchos países e incluso empresas, desean tener más opciones de compra y de distribución en sus mercados.
Durante los primeros meses de la pandemia, muchas personas se vieron obligadas a comprar un sin fin de aparatos electrónicos como un nuevo PC o consolas de videojuegos, creando así un gran impacto en esta industria que en definitiva no estaba preparada.
Es por eso que en EEUU se ha aprobado un proyecto de ley para la producción local de microchips, y a su vez comienzan también a colaborar con Japón para impulsar esta industria.
Lo mismo ha sucedido en México con Intel, que ahora buscan fortalecer algunas empresas mexicanas que participan en esta cadena de creación de semiconductores a través del programa “Inteligencia Artificial para los Jóvenes”.
En Europa también vemos nuevas legislaciones que buscan financiar la fabricación de sus propios semiconductores, con el objetivo de convertir a la Unión Europea en un líder global en este sector, o al menos buscan cortar su dependencia con China y EE UU.
De la Escasez, a la Abundancia
Como se mencionó anteriormente, la escasez de semiconductores se ha hecho notar en muchos frentes, algunos en los que hace 10 o 15 años, nunca se hubiera imaginado, como por ejemplo en la fabricación de automóviles. Para estos es especialmente importante, ya que sistemas tan necesarios como la tecnología de asistencia al conductor o incluso el propio funcionamiento del motor en ciertos vehículos están directamente ligados a la existencia de estos semiconductores.
Aunque ya existían planos para la creación de nuevas plantas de producción de microchips antes de la pandemia, la demanda en el último par de años, sin duda aceleró el proceso, y con el incremento de la inversión de tantos países en estas tecnologías, esto se hace cada vez más patente.
Dicho esto, la abundancia de semiconductores es una buena noticia. En un mundo dónde la tecnología se integra en casi todos los productos que utilizamos en nuestro día a día, es importante que no exista la falta de estos pequeños productos.
