En los últimos años, hemos sido testigos de una auténtica revolución en el mundo del entretenimiento. Plataformas de streaming como Netflix, HBO, Disney+ y otras han ido ganando terreno a la televisión convencional, convirtiéndose en la principal forma de consumo de contenidos audiovisuales para millones de personas.
Sin embargo, con el crecimiento y la proliferación de estas plataformas, también ha llegado el aumento de precios y la segmentación del mercado. ¿Estamos pagando tanto o más que en la época de los paquetes de canales de televisión?
El auge de las plataformas de streaming
Netflix fue pionera en ofrecer un catálogo amplio de películas, series y documentales a un precio asequible, lo que le permitió captar rápidamente a millones de usuarios en todo el mundo. No tardaron en aparecer otras plataformas como HBO y Disney+, que siguieron la misma fórmula y comenzaron a competir por hacerse con la atención de los espectadores.
A medida que estas plataformas han ido ganando terreno y aumentando su número de suscriptores, también han ido incrementando sus tarifas. El motivo detrás de estos aumentos de precio es la fluctuación del mercado, espacialmente después de COVID, pero también la inversión en contenidos exclusivos y de calidad, que les permitan diferenciarse y atraer a nuevos usuarios.
Sin embargo, esta estrategia ha llevado a una fragmentación del mercado, en la que cada plataforma posee ciertos contenidos exclusivos que no están disponibles en las demás.
La segmentación del mercado
Esta fragmentación ha generado que los usuarios tengan que contratar varias suscripciones para poder acceder a todos los contenidos que desean ver. Es aquí donde comienza a surgir el problema: al sumar todas las suscripciones de distintas plataformas, el coste puede llegar a ser similar o incluso superior al de los antiguos paquetes de canales de televisión por cable o satélite.
En lugar de contar con una única suscripción que ofrezca un catálogo completo y diverso, nos encontramos con un escenario en el que el consumidor tiene que elegir entre pagar por varias suscripciones o conformarse con una selección limitada de contenidos.
El factor económico y la búsqueda de alternativas
Como consecuencia del aumento de precios y la segmentación, cada vez son más los usuarios que buscan alternativas más económicas o incluso gratuitas, como las plataformas de vídeo bajo demanda financiadas por publicidad o la vuelta a la televisión tradicional. Además, la piratería, aunque ilegal y poco ética, sigue siendo una opción atractiva para aquellos que no pueden permitirse el coste de múltiples suscripciones.
Ante esta situación, algunas plataformas de streaming han comenzado a ofrecer paquetes conjuntos con otras empresas del sector para atraer a usuarios que buscan una solución más completa y económica. Por ejemplo, en algunos países, se pueden encontrar ofertas que incluyen Netflix, Disney+ y otros servicios en un único paquete, lo que permite reducir el coste total y facilitar el acceso a una mayor variedad de contenidos.
Además del precio de las suscripciones mensuales, debes tomar en cuenta el costo de mantener una suscripción con un proveedor de internet confiable, capaz de solventar tus necesidades de navegación y reproducción de contenido sin molestas interrupciones, una compañía que ofrezca todas estas características puede ser bastante costosa.
Cox, por ejemplo, es un proveedor de Internet que ofrece planes de internet aptos para disfrutar de maratones en cualquier plataforma de streaming y tiene precios muy competitivos para que elijas el plan que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto. Para conocer las alternativas que ofrece este proveedor, solo comunícate con Cox servicio al cliente en español, disponible 24/7.
Un mes uno, otro mes otro…
El aumento de precios y la segmentación en el mercado de las plataformas de streaming han generado un cambio en el consumo de este contenido. Ahora, en vez de pagar por todos los servicios a la vez, se suele pagar por uno hasta ver lo que se quiere, y luego el otro. Caso contrario, te saldrá casi más caro que pagar por un paquete de canales.
Las empresas del sector deben encontrar un equilibrio entre la inversión en contenidos exclusivos y de calidad y el precio/beneficios de sus suscripciones para no alejar a los consumidores. Las ofertas de paquetes conjuntos entre plataformas pueden ser una solución para ofrecer un catálogo más completo y diverso a un precio razonable, pero es necesario que todas las partes involucradas en la industria colaboren en la búsqueda de soluciones que beneficien tanto a las empresas como a los consumidores.
En última instancia, el futuro del entretenimiento en streaming dependerá de cómo las plataformas y la industria en su conjunto sean capaces de adaptarse a las demandas de los consumidores y ofrecer soluciones asequibles y atractivas que satisfagan sus necesidades. La clave del éxito residirá en encontrar un punto medio entre la calidad y la accesibilidad, para que el streaming siga siendo una alternativa viable y atractiva frente a otras opciones de consumo de contenidos audiovisuales.
